martes, 19 de agosto de 2025

Robert Wang - El Tarot Junguiano

Nos encontramos ante un libro que es la base para la comprensión de un mazo de cartas, que se titula el Tarot Junguiano, el cual fue diseñado por el ocultista Robert Wang, el cual discípulo de Israel Regardie, quien dicho sea de paso fue un ocultista influenciado en la Psicología Junguiana para sus trabajos de Magia (k) aplicados a lo que aprendió con Aleister Crowley. El Tarot Junguiano, aplica conceptos de Cábala, astrología y alquimia, dentro de su marco teórico, no obstante el diseño de las cartas se inspira en los símbolos usados dentro del trabajo de integración y comprensión de la Psicoterapia Arquetipal Junguiana. 

Link: https://www.mediafire.com/file/78dw3bgjf736p40/Robert_W%2Ang_-_El_Tarot_Junguiano_y_sus_Im%25C3%25A1genes_Arquet%25C3%25ADpicas.pdf/file

lunes, 18 de agosto de 2025

Lo que la Ayahuasca me enseñó sobre la Psicología Junguiana y lo que la Psicología Junguiana me enseñó sobre la integración de Experiencias Psicodélicas por Johann Mynhardt

Hace unos quince años, por recomendación de un amigo y ayahuasquero (chamán de Ayahuasca), asistí a mi primera ceremonia de Ayahuasca. No me entusiasmaba mucho la idea, pero él sugirió que podría ser beneficioso para mí y, en retrospectiva, probablemente tenía (y, en cierta medida, aún tengo) problemas de control. Dudaba en abrir las compuertas del inconsciente.

Mi viaje fue revelador y, para mi sorpresa, me encontré con mi cuerpo en una gloria visceral que jamás hubiera imaginado. La llamada conexión mente-cuerpo se hizo evidente de inmediato. Claro que siempre supe que tenía un cuerpo, al menos intelectualmente hablando, pero el "yo" que siempre creí ser era un "homúnculo" del tamaño de una pelota de tenis, ubicado en algún lugar entre mis ojos y el centro de mi cabeza. Hasta entonces, había estado flotando por el mundo como un par de ojos incorpóreos.

Siempre había tenido un profundo interés por la espiritualidad y la psicología, pero esta experiencia enfatizó lo distorsionadas que eran mis ideas previas sobre la psique. Tenía una visión bastante sesgada y embriagadora de todo. Este despertar también fue traumatizante: no solo fue existencialmente devastador, sino que me mostró cómo se originó esta disociación de una experiencia profundamente visceral y encarnada, o al menos en parte, se basó en traumas de la primera infancia, por no mencionar los componentes culturales, ancestrales o genéticos que pudieron haberme llevado a esta experiencia tan limitada de mí mismo. Afrontar las secuelas de desenterrar este trauma resultó difícil.

Recibí un gran apoyo de mi amigo ayahuasquero, quien me enseñó a mantenerme tranquila con las experiencias somáticas y evitar mi tendencia a pensar demasiado. Pero a pesar de esto, y parafraseando a Marie Louise von Franz, seguía estando bastante llena de "tonterías de hombre blanco"; en términos junguianos, la propensión a identificarme excesivamente con mi función mental. Esta parte de mi psique necesitaba encontrar una manera racional de superar su propia sobreidentificación con el pensamiento, ¡si es que eso era posible!

Busqué respuestas en la filosofía, la religión y las formas de misticismo, tanto occidentales como orientales, que había estado explorando durante muchos años. Sin embargo, no fue hasta que decidí recurrir a Jung, y tras varios años de formación en Psicología Analítica en el Centro de Estudios Jungianos Aplicados, que comencé a formular algunas de las respuestas que buscaba. Para ser justos con las tonterías del "hombre blanco", insistir en esta persistente idea finalmente me permitió no solo mapear y dar sentido a mis propias experiencias místicas y psicodélicas, sino también idear un enfoque para integrar este tipo de experiencias basado en las ideas de Jung.

Una de las ideas más importantes de Jung fue el concepto de tipos psicológicos. En sus formas más populares, como el indicador de tipos Myers-Briggs, parece relegado a la psicología popular y a la orientación profesional. Sin embargo, en una entrevista televisiva de 1957, Jung enfatiza que su sistema de tipología, publicado por primera vez en 1921 en su libro Psychologische Typen (Tipos Psicológicos), no fue concebido para estereotipar personalidades. Más bien, fue concebido como una herramienta de diagnóstico para ayudar al psicoanalista en el proceso analítico. Nos advierte que la tipología también debe considerarse fluida a lo largo de la vida del individuo.

Lo que realmente se correlacionaba con el modelo tipológico de Jung y las revelaciones de mi primera experiencia con ayahuasca era que las diferentes funciones de la conciencia, que Jung denomina pensamiento, sentimiento, intuición y sensación (o percepción), existen en diferentes niveles de desarrollo para cada individuo en un momento determinado. La idea es que tenemos una función dominante: nuestra función más desarrollada, o lo que el analista junguiano John Beebe (quien es un experto en tipología junguiana) denomina nuestra función heroica. Nuestra identidad del yo se identifica principalmente con esta función en particular.

A continuación, tenemos una función auxiliar (o secundaria), una función terciaria y, finalmente, la función menos desarrollada o más inconsciente: la función inferior. Esta última es la sede de nuestro complejo de inferioridad, típicamente un lugar de profundas heridas psicológicas. Al combinar estas cuatro funciones con las actitudes de introversión y extroversión, obtenemos ocho funciones. Así pues, en términos junguianos, en lugar de hablar de alcanzar una consciencia corporal (sospecho que Jung intentaba evitar la metafísica manteniendo sus ideas en el ámbito de la fenomenología), podríamos decir que mi sensación introvertida reprimida se hizo consciente (en contraste, la sensación extrovertida sería la experiencia subjetiva del mundo exterior a través de los cinco sentidos).

Pero hay mucho más que esto, y lo que la estructura tipológica de Jung señala en última instancia en este modelo y en muchos de sus modelos, en particular los que se refieren a una estructura cuádruple (cuaternidad) de la psique, es el Ser, el arquetipo de la totalidad. Por lo tanto, la tipología nos proporciona un mapa útil para emprender nuestro camino de individuación (crecimiento psicológico) hacia una mayor plenitud psicológica.

En otras palabras, podemos pensar en una persona altamente individualizada, al menos hipotéticamente y desde una perspectiva tipológica, como alguien que estaría íntimamente en contacto con sus pensamientos, sentimientos e intuiciones mientras que también se experimentaría a sí mismo como profundamente encarnado en el mundo y experimentaría o expresaría estos a través de actitudes tanto introvertidas como extrovertidas.

Si tendemos a percibir la vida a través del mundo de las intuiciones y las ideas abstractas, es probable que necesitemos aprender a conectar con nuestras sensaciones corporales y nuestros cinco sentidos. Por el contrario, si somos realistas y prácticos hasta la banalidad, probablemente necesitemos sumergirnos en el mundo abstracto de la intuición. Si tendemos a racionalizar excesivamente nuestras experiencias, quizás necesitemos conectar con nuestros sentimientos un poco más. (Jung se refiere a algo bastante técnico con "sentimiento", pero para simplificar, no me extenderé demasiado en esto). Muchas escuelas de psicología ya se centran en explorar los sentimientos, pero ¿y si este ya es un territorio razonablemente cómodo para nosotros? ¿Cuál es entonces nuestro camino hacia el crecimiento psicológico? Estoy seguro que te haces una idea… La importancia de la cuaternidad no termina aquí. Stephen Anthony Farah, Director de Aprendizaje del Centro, ha investigado y esclarecido la correlación entre la Magnum Opus ("Gran Obra") de los alquimistas con sus cuatro etapas, el Mysterium Coniunctionis de Jung y las perspectivas de Jung sobre los enfoques de las diferentes escuelas de psicología profunda. Jung consideraba la alquimia como una especie de práctica yóguica o espiritual occidental y nos facilita el proceso alquímico de transmutación al describir las etapas del psicoanálisis correspondientes a estas diferentes escuelas, que Stephen ha condensado en un sencillo proceso de cuatro pasos . 

Es un modelo que utilizamos y enseñamos ampliamente en el Centro y que consta de las siguientes etapas: 

confesión/catarsis, 

elucidación/amplificación, 

educación, y transformación.

Podemos tomar casi cualquier experiencia, ya sea un recuerdo basado en una experiencia vivida, un trauma, un sueño o una experiencia psicodélica como materia prima (en términos alquímicos, la “prima materia”) y usarla para iniciar este proceso de transformación de 4 pasos.

Volviendo a la tipología, para evitar simplemente circunvalar el material psicológico debido a la tendencia a permanecer fijados en nuestras funciones dominantes o auxiliares, resulta increíblemente eficaz combinar este proceso de 4 pasos con un enfoque tipológico. Lo logramos interactuando con nuestros pensamientos, sentimientos, intuiciones y sensaciones en cada etapa del proceso de 4 pasos.

Si combinamos esto con las actitudes extrovertidas e introvertidas, tenemos ocho funciones con las que podemos involucrar nuestro proceso de cuatro pasos. Si bien no es necesario involucrarlas todas en una situación particular, sin duda puede ayudar a identificar nuestros puntos ciegos y a identificar nuestra función inferior. Parafraseando a John Beebe: una personalidad debe anclarse en la función inferior.

Este anclaje tiende a invocar la quinta función , que Jung denomina función trascendente (y que también tiene una función oculta que yo he denominado décima función). Esta función trascendente es la clave para impulsarnos hacia el Ser, ese arquetipo de mayor plenitud psicológica.

¿Y qué queremos decir, en definitiva, con una integración exitosa de una experiencia psicodélica?

Seguramente un movimiento hacia una mayor cohesión interna y plenitud psicológica sería su medida definitiva.

De Psicología Junguiana, Psicoterapia con Psicodélicos y Cannabis por Luis Landeo

 
"El que tiende hacia afuera ha de vivir su mito, el que tiende hacia adentro ha de soñar su afuera, la llamada vida real". Carl Gustav Jung

En la actualidad vivimos, una era de muchos cambios y revoluciones en el campo de la psicoterapia, cada vez las personas exigen procesos psicoterapéuticos que sean de corta duración y se respalden de eficacia “científica”, las cuales he visto que sus promotores buscan ampararse con la etiqueta de ser “psicoterapias basadas en evidencia”, en parte por un afán mercantilista que busca de una forma “marketera” asegurar que estos obtienen resultados 100% eficaces, aunque la verdad eso es de poca importancia, ya que lo que debe primar es la remisión total del paciente y el como el terapeuta lleve el proceso de terapia que de una forma este genere un vinculo sano con el paciente, que es lo principal en todo proceso psicoterapéutico, es decir que se pueda desarrollar una sana transferencia y a la vez se pueda generar una contra-transferencia positiva, para que puedan verse resultados efectivos en las sesiones de terapia. No obstante, la gente que esta acudiendo como pacientes a los consultorios, buscan llamarse clientes para poder manipular desde su neurotismo a los psicoterapeutas y muchos han caído dentro de ese perverso juego neurótico, y esto ha promovido y ha hecho que surjan terapias que brinden resultados que pueden catalogarse de rápidos y efectivos pero que a la larga, terminan por generar recaídas en la vida de un individuo. Estas “exigencias” que se pueden ver en los consultorios psicológicos, ha traído que surja la moda tras los años de pandemia Covid 19, un revival por el trabajo con terapias que estén asistidas con psicodélicos, cabe decir que estas terapias, han estado ahí antes de pandemia, no obstante es ahora en estos últimos años que se han puesto de moda y podemos ver a muchos psicoterapeutas que están enfocados y promoviendo en trabajar con este tipo de tratamiento alternativo. En lo personal me parece maravilloso, que existan psicoterapeutas, que estén comprometidos en trabajar con psicodélicos, ya que de una forma u otra, permiten que pueda darse un marco de investigación por querer demostrar las experiencias con lo inconsciente en especial lo que Jung denominó como lo inconsciente colectivo. Cabe mencionarles que las llamadas Psicoterapias asistidas con Psicodélicos, suele relacionarse con la llamada Psicología Transpersonal (conocida como la cuarta fuerza de la Psicología), no obstante, la psicología y Psicoterapia Junguiana, tiene como representante psicodélico al psicólogo Leo Zeff, quien fue uno de los primeros psicólogos junguianos en trabajar con LSD y MDMA, para que sus pacientes puedan experimentar sus emociones la cual podemos considerar como amplificada, así mismo conectar con lo inconsciente. Zeff fue uno de los primeros en considerar el proceso del “Set & Setting” es decir que un individuo que busca experimentar con psicodélicos, se programe mentalmente (Set) para vivir un “viaje” psíquico y a su vez vea que el entorno (Setting) sea propicio y que sea agradable para que se pueda tener una buena experiencia de ello. No obstante Jung, en una carta escrita a su amigo Victor White, expuso que no estaba a favor del trabajo con este tipo de sustancias, de hecho la carta de Carl Jung, que está dirigida a su amigo escribe lo siguiente: “Es la droga LSD que te refieres a la Mescalina? Tiene efectos muy curiosos, de los cuales sé demasiado poco. No sé ni qué es el valor psicoterapéutico con pacientes neuróticos o psicóticos. Solo sé que no tiene sentido desear saber más del inconsciente colectivo que uno consigue a través de sueños e intuición. Cuanto más sabes de ello, mayor y más pesado se convierte en tu carga moral, porque el contenido inconsciente se transforma en tus tareas y deberes individuales tan pronto como se vuelven conscientes. Quieres aumentar la soledad y el malentendido? Quieres encontrar cada vez más complicaciones y aumentar responsabilidades? Ya tienes suficiente de ello. Si una vez pudiera decir que había hecho todo lo que sé que tenía que hacer, entonces quizás debería darme cuenta de una necesidad legítima de tomar Mescalina. Si tuviera que tomarlo ahora, no estaría seguro de que no lo hubiera sacado de curiosidad ociosa. Debería odiar el pensamiento que había tocado sobre la esfera donde se hace la pintura que colorea el mundo, donde se crea la luz que hace brillar el esplendor del amanecer, las líneas y formas de toda forma, el sonido que llena la órbita , el pensamiento que ilumina la oscuridad del vacío. Hay algunas criaturas empobrecidas tal vez, para las cuales la Mescalina sería un regalo enviado para el cielo sin un contraveneno, pero estoy profundamente desconfiado de los puros ′′ regalos de los dioses", usted paga muy caro por ellos. Este no es el punto en absoluto, saber de lo inconsciente, ni la historia termina aquí. Al contrario, es cómo y dónde comienzas la verdadera búsqueda. Si eres demasiado inconsciente, es un gran alivio conocer un poco del Inconsciente Colectivo. Pero pronto se vuelve peligroso saber más, porque uno no aprende al mismo tiempo cómo equilibrarlo a través de un equivalente consciente. Ese es el error que Aldous Huxley comete, no sabe que está en el papel de Zauberlehrling, aprendiz de hechicero, que aprendió de su maestro a llamar a los fantasmas, pero no sabía cómo deshacerse de ellos otra vez”. No obstante la experiencia de Jung, pudo deberse a un mal viaje el cual es probable halla pasado en su visita en Nuevo México, recordemos que Carl Jung paso una temporada en dicho estado de USA, en una comunidad indígena y es más probable en su trabajo con los sueños y las experiencias trascendentales de lo inconsciente colectivo puede que Carl Jung halla consumido peyote en algún ritual chamánico, no obstante en esos tiempos no había la preparación mental (set) como el desarrollo del ambiente (Setting) que ahora existe (por los años de experiencias con dichas sustancias) y es probable que Jung haya experimentado un “Bad Trip” es decir un mal viaje y esto le genero esa opinión que hemos leído en la carta que Jung dirigió a su amigo. No obstante bajo la opinión del etnomicólogo y etnobotánico italiano, Giorgio Samorini, nos comenta que es probable que Jung haya tenido un mal viaje con una sustancia enteógenica, la cual es probable pudo haber sido el peyote. Samorini dentro de una publicación en su cuenta de Facebook compartió una hoja de un libro que nos habla de cómo el psiquiatra Ronald A. Sandison (quien por cierto tuvo un gran interés en el uso del LSD, para tratamientos psicoterapéuticos) busco contactarse con Jung, luego de una reunión con Albert Hoffman, en dicho texto se lee lo siguiente: “...Además de visitar a Albert Hoffmann, el Dr. Sandison también visitó el Instituto C.G. Jung de Zúrich en 1952 y varios años después, con la esperanza de conocer a Carl Jung, por quien sentía un profundo respeto. Jung estuvo ausente en ambas ocasiones, y en su segunda visita, el director del instituto le advirtió al Dr. Sandison que no hablara con Jung sobre la terapia potenciada con LSD, ya que Jung se oponía firmemente a ella. A pesar del limitado conocimiento de Jung sobre el uso terapéutico responsable de sustancias psicodélicas, el Dr. Sandison comprendió que la psicología de Jung, paradójicamente, proporcionaba una profunda comprensión de la naturaleza de las experiencias psicodélicas y la práctica de la psicoterapia psicodélica. Sin embargo, en su propio trabajo clínico, el Dr. Sandison desarrolló una reverencia por el LSD, que comparó con el trabajo de los chamanes...”, es ahí que Samorini comenta que: “Jung no solo creía que la Mescalina inducía a la "confusión", sino que incluso el director del Instituto de Jung aconsejaba a un psicólogo junguiano del tamaño de Sandison que no le hablara de psicoterapias con LSD, ya que ello estaba "fuertemente opuesto". Esto confirma mi sospecha de que una noche, Jung, junto con otras dos personas, probó el peyote, evidentemente haciendo una experiencia desagradable, si no un verdadero bad trip”. Si fuera cierto, que Jung tuvo un “Mal Viaje” (Bad Trip), como nos comenta Samorini, tal vez sea que esta experiencia resulto fuerte para él, y por lo tanto se puede decir que lo vivido le marco como un trauma o una fobia hacia lo psicodélico, no obstante sino fuera cierto esto y sea parte de una posible especulación o conjetura, Timothy Leary, en un tributo a Carl Gustav Jung, dentro de “La Experiencia Psicodélica” nos menciona que: “...Jung estaba limitado (como todos nosotros) a los modelos sociales de su tribu. Era psicoanalista, padre de una escuela. La psicoterapia y el diagnostico psiquiátrico fueron las dos aplicaciones que le resultaron más naturales”, e incluso Timothy Leary agrega que: “A Jung no le habría sorprendido el antagonismo profesional e institucional hacia las sustancias psicodélicas”. Es importante acotar que el trabajo con cualquier técnica que aborda aspectos inconsciente no es algo fácil y hay que tener especial cuidado con trabajar cualquier técnica que aborde el trabajo con el Inconsciente, porque si no se tiene la ética y el debido cuidado con esta parte de la psique, puede llevar a un estado de psicosis a un individuo y de alguna forma hacerle perder la cordura, o como muchos se refieren en la ciudad donde vivo (Piura), puede ocasionar que la “sombra” del individuo se “pierda”. Uno de los puntos que se alega al consumir sustancias psicodélicas, viene siendo el concepto de “despertar la consciencia”, 

Carl Jung por ejemplo dice: “todo acto de adquirir consciencia es un acto de creación”, y es ahí que uno puede cuestionarse: ¿qué se puede crear: la nueva forma que percibamos la realidad? O ¿es que podamos crear una mejor versión de nuestra personalidad con los demás?, Timothy Leary, dentro de la introducción de su libro “La Experiencia Psicodélica” nos menciona que: “Una experiencia psicodélica es un viaje a nuevos reinos de la conciencia”. Ahora, me gustaría poder comentarles que la consciencia se adquiere cuando dejamos de lado la miopía mental, cuando vemos lo que realmente hacemos, pero ante todo debe existir un deseo de cambio, un arrepentimiento y a si mismo dejar de lado nuestro narcisismo, cabe señalar que cuando uno consume un psicodélico es para poder verse a sí mismo, poder comprender el valor de las cosas, pero que no pueden ser vistas cuando tenemos los ojos tapados por nuestro lado más egoísta. Hay casos que una persona que no ha llevado un tratamiento psicológico previo, no puede tener una experiencia psicodélica, y no porque no pueda, o uno sea un dictador que aplique el biopoder y diga que debe o no consumir un sujeto, sino todo lo contrario, es que cualquier psicodélico ya sea químico como el LSD o un enteógenico como el cactus Wachuma (San Pedro), un hongo psilocibio, Ayahuasca, Peyote, etc., uno debe previamente purgarse por respeto ante dicha forma de sanar, cabe decir que las visiones que se pueden ver tras la ingesta de por ejemplo un psicodélico, vendrían como que siendo “Las Experiencias”, que en términos más técnicos, son esas visiones las que nos harán conocer nuestro Si-mismo, y como tal nos dijo Enrique Ezquenazi: “Quien conoce al Si-mismo, conoce a Dios”. Pero hay personas malas y egoístas que cuando “conocen a Dios”, terminan por terminar con el tiempo siendo peores de lo que ya eran e incluso verse a sí mismo como mesías de los “no iluminados”, por ejemplo Josep María Fericgla nos cuenta: “Conozco a personas perversas, burdas y de mala intención, que han tomado litros de Ayahuasca y siguen siendo perversas y de mala intención”, esto nos revela que no es el psicodélico el que da el cambio en uno, si no es uno mismo y el que tanto una terapia previa te ha ayudado pero al no ver un resultado tan efectivo, el psicodélico lo que haría sería coronar el proceso para descubrir la verdadera esencia de uno y resetear la vida. No obstante, no todos los seres humanos están preparados para una experiencia como tal por ejemplo personas con problemas cardíacos, psicóticos, están dentro de esta lista, pero otro grupo que tampoco estaría dentro de esta categoría para el consumo de psicodélicos, serian aquellos individuos del grupo B del DSM IV y V, los cuales son los que padecen del trastorno narcisista de personalidad (y en mi opinión incluyo a aquellos con rasgos de ser soberbios y altaneros) ya que no verán cambios en ellos o como ya dije pueden terminar siendo peores seres humanos de lo que ya eran, por ejemplo la bióloga española, Irene de Caso, menciona lo siguiente acerca del trabajo psicoterapéutico con psicodélicos en sujetos que tienen diagnosticado el trastorno de personalidad narcisista: “En cuanto al trastorno de personalidad de tipo narcisista, a pesar de que la experiencia psicodélica afloja al ego, hay casos en los que, paradójicamente, este retorna aún con más fuerza. No es infrecuente, por ejemplo, que estas experiencias promuevan un narcisismo espiritual caracterizado por sentimientos de "haber sido el elegido" para "despertar" a los demás. Cuando esto sucede, uno comienza a sentir que está por encima de aquellas personas que todavía no han percibido la realidad suprema y permanecen "dormidas" en un "estado de baja vibración" o de "baja consciencia". En personas con trastorno de personalidad narcisista o con tendencias de este tipo, este desagradable rasgo podría empeorar tras una experiencia mística. ¡Es importante no caer en este narcisismo espiritual!” Como toda ciencia al igual que método filosófico, esta al igual que los arquetipos con el tiempo se re configura para adaptarse al “espíritu del tiempo”, y esto no es ajeno a la Psicología Analítica de Carl Gustav Jung, y donde vemos que los pacientes exigen terapias científicas, pero en especial buscan terapias cortas (en parte alimentado por la tacañería de su neurotismo), y es ahí donde descansa el trabajo con psicodélicos, por ejemplo algunos psicólogos que dicen estar aplicando “terapia cognitivo conductual” (alegando que “aplican” una terapia científica) le rezan a los pacientes que las sesiones duraran solo quince consultas, aunque cabe decir que uno de los creadores de la Terapia Cognitivo Conductual, Aaron T. Beck, mencionaba que el tiempo de terapia, dependería de cuan dañado este el sujeto, por ejemplo no es lo mismo una persona que se siente triste por un evento doloso de una semana a comparación de un sujeto que lleva años deprimido (todo tiempo terapéutico debe ir en proporción al padecimiento psíquico). Con respecto a las terapias que son asistidas con psicodélicos se alega que el proceso terapéutico es de pocas sesiones por ejemplo se inicia con un par de terapias que buscan preparar al individuo, luego un par de sesiones donde el sujeto pueda ver su interior (algunas veces hay casos que son tres las sesiones donde se usa psicodélicos) para luego terminar con una sesión que sería lo que conocemos como la terapia de integración psicodélico, donde el sujeto busca integrar todo lo aprendido tras esta experiencia que busca ser una terapia trascendental. Si bien Leo Zeff, puede tomarse como el primer psicólogo junguiano en aplicar una terapia psicodélica, me gustaría mencionar que hay mas psicoterapeutas junguianos que aplican psicodélicos, por ejemplo hace mucho leí un artículo titulado “La Reina de la Floresta: La Virgen de la Concepción como Mensajera del Sí Mismo en la Doctrina del Santo Daime” del psicólogo junguiano, Matías Méndez López, un material que busca analizar el trabajo del Ayahuasca con las religiones que rodean a este brebaje, y el autor nos dice: “En la literatura sobre la Ayahuasca, se describen sus efectos como una puerta de acceso al mundo del inconsciente. Desde una perspectiva analítica, puede decirse que la bebida permite la irrupción en la conciencia de contenidos inconscientes de los estratos personal y colectivo de la psique, dando oportunidad para la integración de dichos contenidos a la experiencia consciente de la persona”, por lo tanto podemos decir que el Ayahuasca, como cualquier enteógeno o psicodélico, pueden ser considerados como otra vía regia para llegar a lo inconsciente, recordemos que Freud como Jung, veían a los sueños como el camino directo al inconsciente. Dentro del campo de terapia de la Psicología Junguiana, tenemos muy presente el trabajo con el daimon personal, al igual que el trabajo con el arquetipo del Psicopompo, por lo que algunos psicodélicos en especial los llamados “enteogénicos”, luego de su ingesta, nos presentan la experiencia de poder contactar con un espíritu guía (Psicopompo), el cual nos guiara en nuestra exploración psíquica, de ahí que se dice que algunos psiconautas refieren que el Ayahuasca te da lo que necesitas y no lo que pides, pero cabe decir por ejemplo que los psicopompo en los rituales de consumo enteogénico nos presentan animales como guías del espíritu, por ejemplo el Peyote se le asocia a un venado (Hikuri) el cual es el psicopompo de ese cactus mexicano, mientras que el brebaje del Ayahuasca presenta una serpiente como psicopompo, por ejemplo Matas Mendez dice: “la serpiente es también el símbolo que ocupan los curanderos amazónicos para referirse al espíritu de la Ayahuasca. La anaconda es la Reina de la Selva (así como la Virgen de la Concepción es para los daimistas la Reina de la Floresta), y es ella quien enseña a los chamanes el arte de sanar. En la doctrina del Santo Daime, la “cura” supone la expiación de las culpas, la que se logra redimiendo los pecados perpetrados en esta y otras vidas anteriores. Así, la serpiente deja ver una doble cualidad, positiva y negativa, pura e impura, luminosa y sombría, constructiva y destructiva. Además, la serpiente se asocia habitualmente a la transformación personal, aludiendo al cambio de piel que rejuvenece y transmuta”. Con respecto la psicóloga junguiana, Laura Morandini, dentro de su artículo titulado “Ayahuasca y Trabajo de Sombra” nos alcanza la siguiente mención: “Los enteógenos no responden a un uso recreativo ni a la necesidad de adormecer la conciencia con un fin evasivo, por el contrario, los pueblos antiguos mantenían hacia estas sustancias una actitud de respeto y reverencia enmarcada dentro de un contexto ritual con finalidad de cura y sanación” y con respecto al Ayahuasca nos señala que: “La Ayahuasca indica que ella es el hilo conector entre los dos mundos, el mundo de los vivos y de los muertos”. Como ya sabemos Carl Jung, en la actualidad no estaría de acuerdo con trabajar con psicodélicos y menos con enteogénicos, pero como ya les he podido mencionar, toda ciencia evoluciona y en estos cambios de evolución surgen ramas o variantes, y es ahí que les puedo mencionar acerca de la Psicoterapia Junguiana Asistida con Enteógenos (PJAE), la cual se encuentra apoyada en los avances de neurociencias ligados a la sabiduría ancestral de los pueblos originarios, permitiéndose que se de un crecimiento y desarrollo de la personalidad con mayor integración, fortaleza y autenticidad. Morandini por ejemplo menciona lo siguiente, acerca de los enteógenos: “El trabajo con enteógenos permite realizar un viaje interno de autoexploración y observación de nuestras zonas oscuras de forma voluntaria.... A diferencia del proceso onírico, no tenemos que esperar que las imágenes aparezcan durante el sueño sino que podemos inducir el proceso”. Ahora, no se si muchos de los que lean este articulo estarán todos de acuerdo en pensar que el trabajo psico- terapéutico asistido con psicodélicos, puede ser visto como un tipo de hipnosis, considerando por ejemplo que un chaman durante la toma de Ayahuasca, Peyote o Wachuma, este guía, a su paciente a poder recorrer su inconsciente, durante el viaje psicodélico, al igual que lo haría un hipnoterapeuta o un psicoanalista. Por otro lado, los enteogénicos como el Ayahuasca, ayuda en la medida que hacen que el paciente convencional sea más consciente de sus sombras y no bloquee de forma consciente el material psíquico a analizar. Laura Morandini, nos menciona lo siguiente acerca del trabajo del arquetipo de la Sombra con el Ayahuasca: “Es interesante señalar que este proceso de contacto con la Sombra inducido por Ayahuasca es un proceso que en psicoterapia toma un largo tiempo y está fuertemente limitado por el control consciente, las defensas y resistencias. La experiencia con Ayahuasca pertenece al terreno de lo irracional y una vez adentrados en la experiencia simplemente hay que permitir que el inconsciente haga su trabajo, también confiar que uno será llevado donde necesita estar... La sabiduría de la naturaleza (Self) y del momento oportuno (Kairós) operan para el equilibrio de la psique.... En la sesión de Ayahuasca, la etapa de purga física y psíquica se corresponde al contacto con la Sombra. Se realiza un trabajo de "limpieza" de la psique y se restablece el equilibrio interno permitiendo eliminar aquello que no permite "ver". Esta es una etapa generalmente bastante desagradable y confrontativa ya que la persona identifica elementos negativos de si mismo que son dolorosos, pero al ser reconocidos conscientemente se realiza una alquimia interior y son vomitados literal y psíquicamente. Se vive como una suerte de liberación dolorosa e inevitable... Es un trabajo sobre el inconsciente personal, de hecho aparecen imágenes del pasado, situaciones de conflicto, nudos no resueltos, recuerdos. Desde el punto de vista corporal, la Sombra se aloja en el cuerpo como lo reprimido, apareciendo como síntoma y enfermedad. 

La Ayahuasca es llamada "la medicina" por los chamanes ya que a través del trabajo de purga se desbloquean conflictos colocados en el cuerpo. Muchas veces pueden disminuir, mejorar e inclusive desaparecer dolencias físicas después de un trabajo consecuente con la planta”. Ahora una planta que se le vincula con ser un psicodélico, pero que en realidad no lo es, viene siendo el Cannabis, conocido también como Marihuana. Esta planta, no puede ser considerada como “psicodélico” porque en su ingesta no se produce ninguna visión que nos aleje de la realidad, salvo que usted fume o consuma una dosis alta de marihuana y pueda decirse que las horas la vea como que estas pasan lento (por lo que este alteración afecte su percepción del tiempo y el espacio, y podamos considerar esto como una “experiencia psicodélica”, de hecho James Fadiman, quien es un psicólogo conocido por su texto: “Guía del Explorador Psicodélico”, nos menciona lo siguiente: “La marihuana no es un psicodélico, pero es una sustancia que altera la conciencia, utilizado tradicionalmente para fines espirituales y terapéuticos”. Cabria decirse que la Marihuana ha recibido por años una mala publicidad por parte de Hollywood con las llamadas “Stoner Buddie Movies”, que lo que al final hacen es desinformar y ampliar el concepto de que un consumidor de Cannabis es un irresponsable o un idiota (es verdad que existen estos casos, pero también hay casos de consumidores responsables de marihuana que son los primeros en aportar conocimiento, un ejemplo seria Jorge Cervantes, y otros serian la mayoría de actores de Hollywood y músicos como: Brad Pitt, Kristen Stewart, Paris Jackson, Snoop Dogg, Bob Marley, Seth Rogen, Amber Heard, etc.). Me gustaría mencionar que la Marihuana debe ser considerada como un enteógeno y no una droga, es decir que se debe ver al Cannabis como una Planta Maestra es decir que esta es una planta que posee un espíritu y que puede ser usada en rituales ceremoniales, como también esta puede ser usada dentro de la medicina herbaria para poder sanar a otras personas, de hecho el psiquiatra Stanislav Grof (creador y fundador de la Psicología Transpersonal) menciona dentro de su libro: “El Camino del Psiconauta”: “El primer registro histórico sobre el poder curativo del Cannabis se encuentra en los escritos del emperador chino Shen Neng del año 2737 a.C. Diferentes variedades de cáñamo se han fumado e ingerido con nombres muy diversos (como hachís, charas, bhang, ganja, kif o marihuana) en la India, Oriente Medio, África y el Caribe con fines recreativos, por mero placer o durante las ceremonias religiosas. También ha representado un importante sacramento en grupos tan diversos como los brahmanes, ciertas órdenes sufíes, los antiguos escitas y los rastafaris jamaicanos”. Puede resultar interesante mencionar que la medicina cannabica como la entendemos, esta debería ser aplicada y su uso promovido por parte de los médicos, no obstante, en mis búsquedas por Internet he podido encontrar a dos psicólogos que buscan romper el molde de que “solamente un medico puede trabajar con Cannabis”, por ejemplo el psicólogo ecuatoriano, Daniel Vallejo (que por cierto es un miembro fundador de la Sociedad Psicodélica de Ecuador) el 19 de julio de 2025, ofreció una ponencia titulada como: “Cannabis para el Trauma”, cuyo objetivo principal era el de promover el uso de la marihuana como una herramienta asociada a la introspección durante un proceso de sanación durante la psicoterapia, no obstante en el hermano país de Chile, la psicóloga, Ingrid Tartakowsky, también puede ser incluida como una psicóloga que busca la integración y utilización del Cannabis (Marihuana) como herramienta dentro del trabajo de psicoterapia psicológica, Tartakowsky por ejemplo dentro de su libro: “El Mundo Espiritual del Ayahuasca”, la autora nos menciona acerca de su experiencia trabajando con marihuana con pacientes adictos a la pasta básica, así mismo de los problemas que ella ha sufrido en su país Chile para poder realizar sus investigaciones psicoterapéuticas, de hecho les comparto una parte de su libro: “A mi regreso en Chile intenté llevar a cabo un estudio sobre uso medicinal del Cannabis en personas que consumen pasta base, pero lamentablemente había una parte del estudio que era ilegal, porque quería recolectar muestras de marihuana y de pasta base que pertenecieran a usuarios, para realizar análisis de su perfil químico y así develar qué estaban consumiendo realmente, porque el mercado negro adultera las sustancias, y eso significa que no se tiene certeza de lo que las personas realmente consumen cuando adquieren una droga de forma ilegal. Lo más lejos que pude llegar fue hasta ayudantes de jueces y abogados del MINSAL, y a pesar de haber conseguido patrocinio tanto del MINSAL como de SENDA y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para el estudio, no hubo nadie que estuviera dispuesto a ayudarme a encontrar la forma de llevar a cabo los análisis de muestras, porque la Ley 20.000 de drogas prohíbe cualquier tipo de acceso o contacto que se pueda tener con alguna sustancia ilegal, incluso con fines de investigación, por lo que resulta imposible obtener de manera legal muestras de sustancias que sean utilizadas por consumidores. Y junto con eso, el único que está autorizado para manipular y realizar análisis sobre la química contenida en muestras de drogas ilegales es el Instituto de Salud Pública (ISP) — ningún otro laboratorio en todo el país—, pero recibe exclusivamente las sustancias que son incautadas por la policía, por lo que es imposible hacerles llegar muestras de forma legal. Este es un claro ejemplo de la obstrucción que ejerce la normativa chilena —de acuerdo con legislación internacional en materia de drogas— sobre el desarrollo de la ciencia y el acceso a la salud, algo que en ese momento lamenté mucho. Considerando la situación real en la que me encontraba, me di cuenta de que la única forma de poder realizar estos análisis químicos, era cometiendo un delito, por muy absurdo que parezca. Porque la única manera de hacer llegar muestras de drogas del mercado negro hasta el Instituto de Salud Pública (ISP) era si la policía te las quitaba, por lo que la opción que quedaba, era entregarle a la policía las muestras de drogas de usuarios que pudiera recolectar, para que de esa forma éstas entraran en el ISP con tal de ser analizadas. El problema de esta alternativa era que yo debía ser arrestada y procesada por cometer este delito, que probablemente sería tipificado como tráfico, por consistir en varias dosis de Cannabis y de pasta base, que obviamente no podía juntar todas en un mismo paquete, porque necesitaba saber el contenido químico de cada una por separado. Y eso en función de lo dispuesto en la Ley 20.000 iba a recibir la consideración penal de tráfico, sólo por el hecho de ser varios paquetes pequeños de drogas. Yo lo sabía, porque había estudiado y analizado dicha norma. De verdad que esta era la única alternativa y no me apetecía vivir las consecuencias en mis propias carnes. Y cuando le dije a una ayudante de juez que al parecer esta era la única forma de hacer llegar las muestras a analizar por el ISP, me miró como si yo estuviera loca. Pero lo cierto es que el sistema es una locura, porque la ley prohíbe cualquier tipo de contacto con sustancias ilegales que circulen en el mercado negro, incluidos los fines investigativos. Lógicamente, si no se pueden estudiar, no se sabe qué está realmente consumiendo la población, porque las sustancias del mercado ilegal están adulteradas, cosa que no ocurriría si estuviesen reguladas. La consecuencia de este despropósito es que el Gobierno establece tratamientos para usos de drogas que no sabe lo que son. Y desde mi punto de vista, esa era la mayor locura, porque no es adecuado establecer un tratamiento para algo que no se sabe lo que es, ni qué efectos fisiológicos y subjetivos genera, ni que implicaciones tiene para el organismo a corto, a mediano o a largo plazo. Y si bien el ISP analiza algunas muestras de las drogas que le llegan por decomiso, lo cierto es que supone un porcentaje mínimo comparado con lo que se consume, por lo que no hay total certeza de lo que ingiere la población general. Finalmente, tuve que abandonar este estudio, porque no encontré ninguna otra alternativa, y tuve que aceptar que esta era una de las consecuencias que genera la Guerra contra las Drogas: la imposibilidad de realizar investigaciones que colaboren con la salud de la población y con los tratamientos para adicciones que realizan los mismos gobiernos que se adscriben a esa guerra”. Con respecto al ver a la Marihuana como si esta fuera una droga (y no como una medicina), como ya les he podido explicar, esta debería ser vista como lo que viene siendo, es decir que deba ser vista como un enteógeno (al igual que el tabaco Mapacho, el Peyote, la Ayahuasca y la Chacruna o el Wachuma San Pedro), algo que por cierto Tartakowsky, esta de acuerdo en su libro, de hecho ella en su material nos comparte una experiencia que ella tuvo dentro de una clínica psiquiátrica / psicológica) acerca de esta arcaica concepción: “Y sobre el Cannabis, me fui concientizando sobre los aportes que hacía en la salud mental de mis pacientes, quienes lo utilizaban como tranquilizante o ansiolítico, inductor del sueño, estimulador del apetito, como mínimo. El problema de esto, era que no encajaba con los tratamientos que se suponía se debían implementar, porque el COSAM dependía de los programas de salud pública, y en esa época nuestro gobierno no estaba a favor ni de la reducción de riesgos y daños, ni del uso del Cannabis con fines medicinales. Sin embargo, hubo unas pocas personas sensatas que nos supervisaban —tanto del Ministerio de Salud (MINSAL) como del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA)— junto con mi jefatura directa del Programa de Drogas, que apoyaron mis iniciativas, y que incluso tiendo a pensar que las valoraban. Incluso en el COSAM por un período de tiempo quedé como Encargada del Programa de Drogas, momento que aproveché para rearmar la forma de trabajo y focalizarla hacia la reducción de riesgos y daños. Hasta redacté un documento sobre el programa de tratamiento y el enfoque desde el cual me parecía mejor que se trabajara, y esto fue bien recibido por mi jefe directo y nuestros supervisores gubernamentales. Pero esta aceptación —hacia la reducción de riesgos y daños— era en privado, porque aún recuerdo el incendio que se generaba cuando en alguna actividad de SENDA yo hacía preguntas en público o comentarios sobre lo que observaba respecto de los usos medicinales de la marihuana en personas que padecían adicciones, lo que de una u otra forma más de alguien trataba de apagar recordándome que el Cannabis “es droga”, a lo que yo respondía “al igual que los fármacos que ustedes autorizan”...”. Tras todo lo expuesto acerca del psicólogo Daniel Vallejo, como de Ingrid Tartakowsky puede surgirnos la pregunta de qué ¿un psicólogo o un psicoterapeuta puede recetar o prescribir un medicamento?, legalmente no, pero si cabe decir que muchas veces hay sujetos que una terapia basada en el discurso del paciente o en la búsqueda de que este pueda racionalizar sus pensamientos, no siempre es efectiva, por más que esta se titule de científica y que puede al 100% tratar toda patología y sujeto, en parte esto se debe a que tipo de sujeto estemos trabajando y el poder de sugestión del operador (psicoterapeuta), ya que un psicólogo o mejor dicho un psicoterapeuta, no podrá tratar efectivamente a toda persona que se le presente (es una realidad triste, pero es una realidad al fin y al cabo que todo psicoterapeuta debe asumir), con respecto a esto dentro del libro “La Experiencia Junguiana” de James Hall, el autor menciona que: “Algunos junguianos han tornado la posición extrema de que no debería usarse ningún medicamento en análisis, porque interfieren con el «traspaso» de la enfermedad que debe hacer el paciente para lograr el entendimiento oculto en el cuadro sintomático. Yo no creo que este extremismo anti-fármacos sea correcto, funcional, ni humano. Los medicamentos pueden ser de gran ayuda para el avance del análisis junguiano cuando se usan en forma razonable y experta.” y quizás en esta brecha donde notamos que un psicólogo o un psicoterapeuta se encuentra de manos cruzados muchas veces, fuera de la exigencia de rapidez de curación de parte de los pacientes psicológicos (y donde hay sujetos que mencionan si una terapia demora mucho es que no es buena, como si la sanación de la mente fuese como la del cuerpo físico) han aparecido la alternativa del uso de psicodélicos, que buscan “sanar” más rápido y esto ha hecho que aparezcan psicólogos que han fundado organizaciones científicas que buscan la sanación de sus pacientes mediante estas herramientas enteogénicas y psicodélicas, de hecho tenemos organizaciones como M.A.P.S., que fue fundada por el psicólogo Rick Doblin, sociedades como ICEERS (la cual fue creada por el comunicador social Benjamín De Loenen, pero que si bien es cierto no fue fundada por un psicólogo o un psiquiatra esta cuenta con dos psicólogos como lo son Marc Aixala y Ricard Faura), la fundación INAWE, la cual tiene a psicólogos como Marta Peréz, Blanca Nuñez, Jennifer T. Frías y la bióloga con grado de doctora en neurociencia cognitiva, Irene de Caso), la organización Psintesis de Chile la cual cuenta con psicólogos como Paula Vásquez, Nicolás Berasain (que por cierto aparte de ser psicólogo es psicoanalista). Por otro lado dentro de un artículo publicado por la American Psychological Association, el cual se titula: “Tratamiento psicodélico y salud mental: Navegando un viaje más largo con optimismo”, nos presenta los comentarios realizados por Mía Sarno, quien es psicóloga clínica y psicoterapeuta de investigación, la cual es una colaboradora en ensayos clínicos con psicodélicos, en dicho artículo Sarno menciona: “Los psicólogos estamos en una posición privilegiada para ejercer el liderazgo, ya que somos expertos en evaluación, investigación, ética y el estudio de la consciencia”. En el texto se menciona que Mía Sarno cree que el campo de la psicología tiene la oportunidad y la responsabilidad de garantizar la prestación segura de la terapia asistida con psicodélicos a las personas que padecen trastornos de salud mental”. Es importante mencionar que éticamente un psicólogo por sí solo, no podría trabajar con un paciente una terapia psicodélica estando él o ella solos con el paciente en un consultorio, es necesario que para el tratamiento asistido con psicodélicos halla personal de apoyo, ya sea una enfermera con la especialidad en psiquiatría o una con especialidad en cardiología, las cuales serian de utilidad en casos que haya un inconveniente con el tratamiento psicodélico, por lo que Sarno nos hace mención de que: “los psicólogos pueden participar en la terapia asistida con psicodélicos a través de clínicas de Ketamina, ensayos clínicos de la FDA u ofreciendo terapia de integración psicodélica a pacientes que reciben la dosis en otro entorno”, es decir es necesario que un psicólogo psicoterapeuta que trabaje con dichas sustancias debe recibir un entrenamiento, es importante agregar que las mejores escuelas terapéuticas que pueden brindar una ayuda a la integración psíquica son las escuela psicoanalítica freudiana y la escuela junguiana, de ahí que el tratamiento psicodélico con ayuda de estas, cambie de nombre a tratamiento psicólitico. Por otro lado cabe decir que para el etnobotánico italiano., Giorgio Samorini, nos dice que los hongos psilocibios, serian los más sencillos de aplicarpor que estos poseen propiedades autoresolventes, es decir que tras laingesta estos te “suben” a estados no ordinarios de consciencia, ayudando a explorar estados holotrópicos de la psique, y que a su vez pasado los efectos, las personas pueden regresar a la “normalidad”, y de ahí seguir un proceso de integración psiquedélico (que es lo adecuado), recordemos que los hongos “mágicos” poseen Psilocibina, una sustancia que no solo lleva a vivir estados alterados de conciencia, sino también ayuda a la reestructuración neuronal, lo cual científicamente se ha comprobado que ayuda a mejorar la neuroplasticidad cerebral, de ahí que el poeta Allen Ginsberg nos menciona lo siguiente: “La Psilocibina me parece un regalo del Cielo para la psique”. Existen casos reales de personas que auto experimentan con estas sustancias, estos vienen siendo llamados los psiconautas, que de por cierto hay muchos investigadores psicológicos que auto experimentan para poder tener conclusiones reales de las visiones que se obtienen tras la ingesta de estos. Con respecto al termino de “Psiconauta” se lo debemos a Albert Hoffmann quien es el descubridor y creador del LSD, el cual nos dice que: “La expresión... Psiconauta está bien elegida, porque el espacio interior es tan inmenso y misterioso como el exterior, y, como sucede con los astronautas -que no pueden permanecer mucho tiempo en el espacio exterior -, también deben regresar a la realidad cotidiana quienes se adentran en el mundo interior. Para que sean realmente beneficiosos y puedan hacerse con el mínimo peligro, ambos viajes requieren además una adecuada preparación”. Y autores como Terence Mckenna, sugieren la importancia de conocernos mediante el uso de psicodélicos, ya que si las personas no quieren ir a psicoterapia, pues toca el otro camino (recuerde que quien no se conoce a sí mismo, jamás podrá conocer los aportes y valores del otro), Mckenna por ejemplo nos menciona: “...Creo que irse a la tumba sin haber tenido una experiencia psicodélica es como irse a la tumba sin haber tenido sexo. Significa que no sabes lo que representa. El misterio está en el cuerpo y en como el cuerpo se comunica con la naturaleza”.

 La marihuana que si bien no puede ser comparable a los hongos psilocibios, el Ayahuasca, el Wachuma, el Peyote, etc., para el desaparecido Bob Marley, esta tiene la misma propiedad de estas, de hecho Marley dijo alguna vez: “Cuando fumas hierba, la hierba te revela a ti mismo... Toda la maldad que haces, la Marihuana te la revela a ti mismo, tu conciencia, se muestra claramente, porque la Marihuana te hace meditar. Es solo una cosa natural y crece como un árbol... Fumar marihuana revela tu propio yo”, Mckenna por ejemplo al igual que Marley, consideraba que el uso de la Cannabis debía usarse con respeto al igual que un psicodélico para evitar su uso abusivo y claro darle una importancia al proceso, incluso Aleister Crowley, que si bien no era psicólogo, ni psicoterapeuta, pero si puede decirse que fue un psiconauta aparte de mago, le dio respeto a la marihuana considerándola sagrada en su libro: “La Psicología del Hachís” y el pintor Alex Grey menciona en sus Siete Luces de la Sabiduría del Cannabis: “El Cannabis abre el corazón y nos sensibiliza a los demás... El Cannabis hace que los poetas entren en contacto con nuevos modos de conocimiento y expresión... Los babas, rastafaris y muchos otros aprecian al Cannabis como una apertura sacramental hacia una fuerza creativa mayor, que nos permite darnos cuenta de que somos la Luz”. 

Para concluir, es necesario tomar respeto a estas sustancias ya sean psicodélicas o enteogénicas, ya que estas trabajan con el inconsciente, y este en definiciones junguianas este es como el mar, y todo marinero sabe que al mar se le tiene respeto, también es importante que vivimos tiempos de cambios y revoluciones después de la pandemia Covid 19, ya no se puede estar en el mismo ciclo, hay que hallar nuevas respuestas en los modelos terapéuticos (poder re configurarnos como los arquetipos en el tiempo), pero con responsabilidad. También les comparto una opinión brindada por Timothy Leary dentro de su libro “La Experiencia Psicodélica”: “La droga no produce la experiencia trascendente. Simplemente actúa como una llave química: abre la mente, libera el sistema nervioso de sus patrones y estructuras ordinarios. La naturaleza de la experiencia depende casi por completo del escenario y el entorno. El escenario denota la preparación del individuo, incluida la estructura de su personalidad y su estado de ánimo en ese momento. El entorno es físico: el clima, la atmósfera de la habitación; social: sentimientos entre si de las personas presentes; y cultural: opiniones predominantes sobre lo que es real. Por eso son necesarios manuales o guías. Su propósito es capacitar a la persona para comprender las nuevas realidades de la conciencia expandida, para que sirvan de mapas de ruta para nuevos territorios interiores que la ciencia moderna ha hecho accesibles...”. El hombre en el pasado exploró el mundo, ahora debe explorar el universo en su microcosmos psíquico, pero tambien debe aprender a hacerlo para no extraviarse en el proceso y comprender los misterios de la transmutación mental y a su vez saber cómo enfrentar sus demonios internos que moran en su Sombra. 

Bibliografía:

 Grof, Stanislav - El Camino del Psiconauta. Editorial Kairos

 Tartakowsky, Ingrid - El Mundo Espiritual del Ayahuasca. Ulises

 Morandini, Laura - Ayahuasca y Trabajo de Sombra. Revista Aletheia

 Leary, Timothy - La Experiencia Psicodélica. Ediciones Obelisco

 Jung, Carl Gustav - Carta a Victor White.  Méndez López, Matías - La Reina de la Floresta: La Virgen de la Concepción como Mensajera del Sí Mismo en la Doctrina del Santo Daime

El Puer por James Hillman

A diferencia del término senex, nuestra psicología usa el concepto del puer eternus amplia y libremente.  Aparece temprano en el trabajo de Jung (1912) y ha sido elaborado en varios aspectos por él y por muchos desde entonces.  Especialmente estamos en deuda con Marie-Louise von Franz por su trabajo sobre esta figura y el problema que representa.  Sus escritos originales y profundos excluyen la necesidad de atacar el problema in extenso en este lugar, y afortunadamente, porque el problema del puer no es sencillo, incluso si el término se agrupa fácilmente como un epíteto neurótico.  El solo arquetipo tiende a fusionarse en uno: el Héroe, el Niño Divino, las figuras de Eros, el Hijo del Rey, el Hijo de la Gran Madre, los Psicopompos, Mercurio-Hermes, Trickster y el Mesías.  En él vemos una gama mercurial de estas ‘personalidades’: narcisista, inspirada, afeminada, fálica, inquisitiva, inventiva, pensativa, pasiva, ardiente y caprichosa.

Además, una descripción del puer será complicada porque el fondo arquetípico y el primer plano neurótico, positivo y negativo, no se distinguen claramente.  Sin embargo, bosquejemos algunas líneas principales de una fenomenología psicológica.  

El concepto puer eternus se refiere a ese arquetipo dominante que personifica o está en relación especial con los poderes espirituales trascendentes del inconsciente colectivo.  Las figuras de Puer pueden considerarse como avatares del aspecto espiritual del Si-mismo, y los impulsos puer como mensajes del espíritu o como llamadas dirigidas al espíritu.  Cuando el inconsciente colectivo en una vida individual está representado principalmente por figuras parentales, entonces las actitudes e impulsos puer mostrarán las impurezas personales del niño de la madre o el fils du papa, la eterna adolescencia de la vida provisional.  Luego, el primer plano neurótico oscurece el fondo arquetípico.  Se supone que la adolescencia negativa e irritante, la falta de progreso y de realidad, es todo un problema del puer, en donde lo personal y parental es neurótico, en primer plano, y es lo que está distorsionando la conexión necesaria con el espíritu.  Entonces, la llamada trascendente se vive dentro del complejo familiar, distorsionado en una función trascendente del problema familiar, como un intento de redimir a los padres o ser su Mesías. La verdadera llamada no llega, o es posible solo a través de avances técnicos: las drogas.  Pero el complejo parental no es el único responsable de la parálisis, pobreza o castración de las figuras arquetípicas del puer. Esta pobreza se refiere a la especial debilidad e impotencia al comienzo de cualquier empresa.  Esto es inherente a la dirección vertical unilateral, a su propensión Ícaro-Ganímedes a volar y caer.  Debe ser débil en la tierra  porque no tiene un hogar en la tierra.  Su dirección es vertical.  Los comienzos de las cosas son Einfälle; caen sobre uno desde arriba como regalos del puer, o brotan del suelo como daktyls, como flores.  Pero hay dificultades al principio;  el niño está en peligro, se rinde fácilmente.  El mundo horizontal, el continuo espacio-tiempo que llamamos «realidad», no es su mundo.  Entonces, lo nuevo muere fácilmente porque no nace en los Diesseits, y esta muerte lo confirma en la eternidad.  La muerte no importa porque el puer da la sensación de que puede volver en otro momento, comenzar de nuevo.  La mortalidad apunta a la inmortalidad: el peligro solo aumenta la irrealidad de la «realidad» e intensifica la conexión vertical.  Debido a este acceso directo vertical al espíritu, son imperativos esta inmediatez donde la visión de la meta y la meta en sí son una, la velocidad alada, la prisa, e incluso el atajo.  El puer no puede actuar con falsedad, con tiempo y con paciencia.  Sabe poco de temporadas y espera.  Y cuando debe descansar o retirarse de la escena, parece estar atrapado en un estado atemporal, inocente de los años que pasan, fuera de sintonía con el tiempo.  Su deambular es como el espíritu, vago y sin apegos, y no como una odisea de experiencia.  Le gusta gastar o comer, y avivarse, probar suerte, pero no con el objetivo de irse a casa.  No tiene esposa que lo espere; no tiene hijo en Itaca.  Al igual que el senex, no puede oír, no aprende.  Por lo tanto, el puer comprende poco de lo que se gana con la repetición y la consistencia, es decir, con trabajar o moverse hacia adelante y hacia atrás, a izquierda y derecha, hacia adentro y hacia afuera, lo que hace que la sutileza avance paso a paso a través de la complejidad laberíntica del mundo horizontal.  Esto enseña pero paraliza sus talones, porque allí, desde abajo y desde atrás, es particularmente vulnerable.  De todos modos, no está destinado a caminar, sino a volar.

Pero la conexión directa con el espíritu puede ser indirecta o, más bien, puede ser mal dirigida a través de la Gran Madre o por ella.  Las figuras de Puer a menudo tienen una relación especial con la Gran Madre, quien está enamorada de ellos como portadores del espíritu; el incesto con ellos la inspira a ella -y a ellos- hacia el exceso de éxtasis y la destrucción.  Ella alimenta su fuego con deseo animal y aviva su llama con la promesa del mundo de la materia.  Ya sea como su héroe-amante o su héroe-asesino, el impulso puer se ve reforzado por este entrelazamiento con el arquetipo de la Gran Madre, lo que lleva a esas exageraciones espirituales que llamamos neuróticas.  La principal de estas exageraciones es el estado de ánimo lábil y la dependencia del espíritu hacia los estados de ánimo.  Nuevamente, se describen en lenguaje vertical (alturas y profundidades, gloria y desesperación) y escuchamos ecos de las festividades para Attis llamadas tristia e hilaria.  

El espíritu eterno es suficiente en sí mismo y contiene todas las posibilidades.  Como el senex se perfecciona a través del tiempo, el puer es primordialmente perfecto.  Por lo tanto no hay desarrollo;  desarrollo significa devolución, pérdida y caída y restricción de posibilidades.  Entonces, a pesar de su capacidad de transformación, tanto el puer como el senex, en el núcleo, se resisten al desarrollo.  Esta autoperfección, este aura de saberlo todo y no necesitar nada, es el verdadero trasfondo de la autocontención y el aislamiento de cualquier complejo, reflejado, por ejemplo, en las actitudes narcisistas del yo, esa cualidad hermafrodita angelical donde lo masculino y lo femenino son tan  perfectamente unidos que no se necesita nada más.  Por lo tanto, no hay necesidad de una relación o de una mujer, a menos que sea una puella mágica o una figura materna que pueda reflejar admiración y no perturbar esta unidad hermafrodita exclusiva de uno mismo con la esencia arquetípica de sí mismo.  El sentimiento de distancia y frialdad, de impermanencia, de la sexualidad itifálica del Don Juan, de la homosexualidad, todos pueden verse como derivados de esta conexión arquetípica privilegiada con el espíritu, que puede arder con un fuego azul e ideal, pero en una relación humana puede mostrar el pene gélido y semilla escalofriante de un incubus satánico.  

Como la eternidad no cambia, lo que se rige solo por el puer no envejece.  Por lo tanto, tampoco tiene una cara orgánica madura que muestre el paso del tiempo.  Su rostro es universal, dado por el arquetipo, por lo que no puede ser enfrentado, confrontado en una Auseinandersetzung (disputa) personal.  Tiene una pose –de guerrero fálico, de poeta pensativo, de mensajero-, pero no de una persona adaptable.  Las revelaciones del espíritu no tienen un lugar individual en su personalidad; son declaraciones eternamente válidas, buenas para siempre.  

Sin embargo, en esta forma sin rostro, captura la psique.  Es para el puer que la psique sucumbe, y solo porque es lo contrario de la psique;  el espíritu puer es el menos psicológico, tiene menos alma.  Su «alma sensible» es más bien pseudo-psicológica y un derivado del afeminamiento hermafrodita.  Puede buscar y arriesgar;  tiene perspicacia, intuición estética, ambición espiritual, todo, pero no es psicología, porque la psicología requiere tiempo, feminidad del alma y el entrelazamiento de relaciones.  En lugar de psicología, la actitud puer muestra un punto de vista estético: el mundo como bellas imágenes o como un vasto escenario.  La vida se convierte en literatura, una aventura de intelecto o ciencia, o de religión o acción, pero siempre sin reflejos y sin relación y por lo tanto no psicológicos.  Está el puer en un complejo que lo “des-relaciona”, que lo volatiza fuera del recipiente – lo cual lo representaría, lo suspendería y lo alejaría de lo psicológico-, y por lo tanto es el principio que se descoagula y se desintegra.  Lo que no se refleja tiende a ser compulsivo o codicioso.  El puer en cualquier complejo le da su impulso y empuje, lo hace moverse demasiado rápido, querer mucho, ir demasiado lejos, no solo por el hambre oral y las fantasías de omnipotencia de los niños, sino arquetípicamente porque el mundo nunca puede satisfacer las demandas del espíritu o igualar su belleza.  El hambre de experiencia eterna lo convierte a uno en consumidor de eventos profanos.  Así, cuando el espíritu cae en la arena pública, apura la historia.  

Y finalmente, como ha señalado Henry Corbin, la figura del puer eternus a menudo es la visión de nuestra propia primera naturaleza, nuestra sombra dorada primordial, nuestra afinidad con la belleza, nuestra esencia angelical como mensajera de lo divino, como mensaje divino.  Desde el puer se nos da nuestro sentido de destino y de misión, de tener un mensaje y de ser el escanciador eterno de lo divino, de nuestra savia y desbordamiento, de nuestra entusiasta humedad del alma; está al servicio de los Dioses, trayendo el eterno refresco al fondo arquetípico del universo.  

Entonces el puer personifica esa chispa húmeda dentro de cualquier complejo o actitud que es la semilla dinámica original del espíritu.  Es el llamado de una cosa a la perfección de sí misma, el llamado de una persona al Sí-mismo, a ser fiel a ella misma, a mantener la conexión con sus propios eidos divinamente creados.  El puer ofrece conexión directa con el espíritu.  Si rompe esta conexión vertical, cae con las alas rotas.  Cuando cae, perdemos el apasionado y urgente propósito y, en cambio, comenzamos la larga marcha procesional a través de los pasillos del poder hacia el viejo rey enfermo, endurecido por el corazón, que a menudo está oculto e indistinguible del viejo sabio enfermo.  Esta tragedia ocurre todos los días, incluso desde el análisis y a través de él, incluso dentro del análisis e inclusive dentro de los analistas.  Trabajamos para superar el puer en nosotros mismos y contemplar ante nosotros imágenes del viejo sabio.  Y esa búsqueda puer que nos atrajo a Jung en primer lugar se supera constantemente a través de una adaptación exitosa al mundo horizontal de la ciencia académica, o de la clínica, del artículo publicado, la apertura de la práctica, el reconocimiento por parte de la sociedad profesional, el matrimonio y los niños, y la influencia arquetípica de Ulises (capitán-esposo-padre) –hasta antes de los cuarenta años, no nos distinguimos de las estructuras que el aspecto puer en nosotros está llamado a trascender. La chispa extinguida por esta «superación heroica» deja tristes arrepentimientos, amargura y cinismo; las mismas emociones del senex negativo.  Al conquistar los complejos parentales en el primer plano neurótico, sofocamos el fondo arquetípico.  El puer sufre una enantiodromia en senex;  él cambia las caras de Jano.  Por lo tanto, nos damos cuenta de que no hay una diferencia básica entre el puer negativo y el senex negativo, excepto por su diferencia en la edad biológica.  El momento crítico en este proceso que está representado por el punto medio de la vida biológica es también el punto medio de cualquier actitud o función psicológica que envejece pero no cambia.  El eros y el idealismo del principio sucumben al éxito y al poder, para ser reencontrados, como hemos visto en nuestro examen del senex, solo hacia el final, cuando el poder y el éxito fallan, cuando Saturno está en el exilio del mundo, luego regresa eros como lealtad y amistad, y el idealismo como visión profética y contemplación de la verdad. 

En todo esto, el mayor daño es el que se hace al significado, que se distorsiona de idealismo en cinismo.  A medida que el espíritu se convierte de cierta manera en un significado a través del orden senex, así el puer es la otra cara de tal significado.  Como estructura arquetípica, el puer es la inspiración del significado y aporta significado como mensaje donde quiera que aparezca.  Un comienzo siempre es significativo y está pleno de la emoción del eros.  El significado expresa la coincidencia invisible del puer positivo con el senex positivo.  El aspecto puer del significado está en la búsqueda, como el dinamismo del eterno ‘por qué’ del niño, la búsqueda, o el cuestionamiento, el pedido, la aventura, que agarra al yo por detrás y lo impulsa hacia adelante.  Todas las cosas son inciertas, provisionales, están sujetas a preguntas, es lo que abre el camino y conduce al alma hacia nuevas búsquedas.  Sin embargo, si es persuadido en el mundo temporal por el senex negativo, dentro o fuera, el puer pierde conexión con su propio aspecto de significado y se convierte en el puer negativo.  Luego se apaga, y hay pasividad, retraimiento, incluso muerte física.  Estos pueri son solo gente-flores como Jacinto, Narciso, Azafrán, cuyas lágrimas no son más que flores de viento, anémonas de la Diosa, y cuya sangre solo da remordimiento a Adonis-rosas y Atis-violetas;  son personas-flores que no pueden soportar el sufrimiento de llevar su propio significado hasta el final, y como flores deben desvanecerse antes que los frutos y las semillas.  El devenir eterno nunca se realizó en el Ser;  fue solo posibilidad y promesa.  O el puer negativo puede volverse hiperactivo, y encontramos todos los rasgos acentuados y materializados pero sin un significado inherente.  Cuando el halcón no puede oír al halconero, la alada se convierte en mera precipitación y fanatismo, un misil no guiado.  Un hombre queda atrapado en las actividades puer de la rebelión social, la tecnología intelectual, el senex duplicado o la aventura física con pérdida y reencuentro.  Todo lo nuevo es venerado porque es energía que promete lo original, mientras que lo histórico se descarta porque es del senex, quien ahora es el enemigo.  Se prefiere la revelación personal al conocimiento objetivo para que incluso las epifanías menores pesen más que lo clásico o la cultura.  Eventualmente, el significado declina en una filosofía de lo absurdo, acción en el acte gratuite o la violencia, o la intoxicación, o la fuga hacia el futuro; y el caos regresa al puer como arquetipo, el cual está llamado a oponerse. Rechazando la historia, empujándolo todo hacia el inconsciente para superarlo, se ve obligado a repetir la historia inconscientemente.  En el inconsciente, la posición senex se construye con una venganza compulsiva hasta que con toda la fuerza de la necesidad histórica, se hace cargo a su vez, reduciendo otra vez las nuevas verdades a viejos clichés, cambiando el solo-puer en un solo-senex, separado de la siguiente generación.  

Este giro negativo ocurre no solo en los jóvenes o en la primera mitad de la vida o en nuevos movimientos.  Debido a que el puer nos da la conexión con el espíritu, siempre se preocupa por el aspecto eterno de nosotros mismos y del mundo.  Cuando esta preocupación se vuelve solo-puer, exclusiva y negativa, el mundo en sí mismo está en peligro de disolución en lo etéreo.  Este peligro está especialmente presente en la psique y la historia de esta fracción de nuestra era.  Por lo tanto, es de inmensa importancia que el puer sea reconocido y valorado, ya que lleva nuestro futuro, positivo o negativo, no necesariamente como el siguiente paso en el tiempo, sino como el futuro dentro de cada complejo, su significado prospectivo, su camino de salida, como una posibilidad de renovación a través del eros y como un llamado al significado construido sobre la eternidad del espíritu.  Por lo tanto, es de inmensa importancia que intentemos curar la división arquetípica que divide al puer del senex, convirtiéndolos en una antítesis negativa, llevando al individuo a una posición endurecida contra su propio puer eternus, demonizando así a su ángel para que lo nuevo que surge a través del puer sea demoníaco.  Cuando se divide el arquetipo, la dinámica funciona independientemente de los patrones de orden.  Luego tenemos un patrón demasiado familiar: una acción que no conoce y un conocimiento que no actúa, lo fanático versus lo cínico, comúnmente formulado como juventud y envejecimiento. 

Debemos negar nuevamente la separación habitual en la primera y segunda mitad de la vida, como es presentado por ejemplo  por Jacobi, Fordham y Dunn.  Se divide peligrosamente puer y senex.  Siempre el puer se describe desde dentro de la dualidad senex-puer y, por lo tanto, rersulta negativamente, lo que también implica una visión positiva del senex sobre sí mismo.  

Veamos las recomendaciones habituales para la ‘primera mitad de la vida’, o ‘cómo curar un puer’: analizar el inconsciente, reducir las fantasías, secar la histeria, confrontar las intuiciones, bajar a la tierra y a la realidad, volverse la poesía en prosa. La voluntad es dirigir la sexualidad hacia la relación;  la parálisis debe superarse mediante el ejercicio del trabajo;  practicidad, sacrificio, límites, endurecimiento.  Se debe poner la cara, las posiciones ser defendidas, lo provisional debe ser superado a través de la panacea del compromiso. Concentración,  responsabilidad, raíces, continuidad histórica e identidad: en una palabra, fortalecimiento del yo.  Nótese bien: todas estas imágenes son de Saturno. 

El compromiso como deber corta las alas y ata los pies, mientras que Saturno está encadenado a través de sus compromisos.  El fortalecimiento del yo construye en el inconsciente una sombra revolucionaria desapegada que aplastaría a todos los grilletes, porque el yo fuerte tiene la sombra fuerte, el brillo crea su propia oscuridad.  Este camino del compromiso mundano tiene como objetivo separar al puer de su propio eje vertical;  refleja una personalidad senex que no ha separado lo parental del arquetipo y, por lo tanto, está amenazada por su propio hijo, su propio falo y su propia poesía.  

Independientemente de cómo concebimos las tareas de la juventud, o del comienzo de las cosas, no pueden llevarse a cabo sin el significado dado por la conexión espiritual. La iniciación en la realidad no es quitar la relación de los iniciadores con los orígenes primordiales, sino solo separar estos orígenes  de las confusiones de lo personal y de los padres.  La iniciación no es una desmitificación de la «dura» realidad, sino una afirmación del significado mítico dentro de toda realidad.  La iniciación ‘suaviza’ la realidad al llenar su fondo con capas de perspectiva mitológica, proporcionando la fantasía que hace que la “dureza” de la realidad sea significativa y tolerable, y al mismo tiempo verdaderamente indestructible.  La figura puer -Baldur, Tammuz, Jesús, Krishna- trae el mito a la realidad, presenta en sí mismo la realidad del mito, que trasciende la historia.  Su mensaje es mítico, afirmando que él, el mito, tan fácilmente herido, tan fácilmente asesinado, pero siempre renacido, es la subestructura seminal de toda empresa.  La iniciación tradicional del puer por el senex positivo confirma esta relación con el arquetipo.  Algunos sustitutos para la iniciación (y el análisis puede ser uno de ellos) pueden en cambio cortar esta relación.  

La relación con cualquier arquetipo implica el peligro de posesión, generalmente marcado por la inflación.  Esto es particularmente cierto en el caso del puer, debido a sus altos vuelos y su comportamiento mítico.  Por supuesto, la posesión a través del senex trae un conjunto igualmente peligroso de estados de ánimo y acciones: depresión, pesimismo y dureza de corazón.  Incluso un mínimo de conciencia psicológica (que soy exactamente lo que soy y como soy) puede ahorrarme la posesión arquetípica completa.  Esta conciencia se hace posible a través de la función reflexiva y resonante de la psique.  Esta función es la contribución de la psique humana al espíritu y al significado, que pueden ser nobles como también pueden ser, sin psique, posesiones destructivas fugitivas.  Entonces, el principal problema del puer no es la falta de realidad mundana sino la falta de realidad psíquica.  En lugar de comprometerse con el orden del mundo, el puer necesita estar casado con la psique, a lo que de todos modos se siente naturalmente atraído.  En lugar de la continuidad histórica y las raíces en lo horizontal, necesita dedicación al anima.  Primero psique, luego mundo;  o el mundo a través de la psique.  El anima tiene el hilo y conoce el baile, paso a paso, que puede conducir a través del laberinto, y puede enseñar a un puer los lazos sutiles de la mano izquierda e derecha, abrir y cerrar, tomar y refinar su visión de ambivalencia a media luz.   No tomemos esto erróneamente como Lebensphilosophie (filosofía de la vida) o una descripción para la ‘cura’, es decir, que solo el involucramiento con una mujer real saca a un hombre de sus compulsiones adolescentes vinculadas a la madre.  Estamos discutiendo más bien una estructura arquetípica, no ‘cómo ser’.  Por lo tanto, el matrimonio puer-psique significa que cada nueva inspiración, cada ‘idea candente’, en cualquier momento de la vida de quien sea y donde sea, requiere psiquización.  Primero, debe estar contenido dentro de la relación con la psique, dada la conexión del alma.  Cada complejo necesita realización y conexión dentro de la psique.  El matrimonio puer-psique doma las ardientes compulsiones del puer con la sal común del alma.  Esta sal hace que las cosas duren y resalta su verdadero sabor.  El azufre ardiente necesita unión con el escurridizo mercurio de la realidad psíquica, antes de volverse fijo y pesado.  El matrimonio puer-psique puede fingir en nuestros complejos fuera del mundo, fuera del ámbito del poder y del sistema senex.  Solo esto puede reducir la velocidad de la historia y la tecnología y la aceleración de los hombres de partículas en pedazos de información sin almas.  Significa que la búsqueda y misión es una búsqueda y misión psicológica, una aventura psicológica.  Significa que el impulso mesiánico y revolucionario se conecta primero con el alma y se preocupa primero con su redención.  Esto por sí solo convierte al ser humano en el mensaje del puer y le da el significado de que lo nuevo lleva consigo los valores del alma, al mismo tiempo que enrojece la sal en la vida.  Y es en este reino del alma, y ​​no en el mundo, en donde ha habido suficiente inspiración puer psicológica y revolución puer, para una demoníaca aventura a través de él, en la que se necesitan primero los dones del puer.

El Mago por Luis Landeo


Nosotros necesitamos la magia para poder recibir o invocar al mensajero y 
la noticia de lo incomprensible”. Carl Gustav Jung – Libro Rojo

Ante nuestra vista se nos presenta un misterioso hombre, el cual se halla delante de una mesa, este dice buscar querer enseñarnos los sagrados misterios de la magia y de la alquimia. Este hombre fantástico viene siendo un arquetipo al que no podemos rechazarlo como mentor. Este busca ser nuestro venerable maestro, y por lo tanto este nos invita a que seamos sus estudiantes. El comenta: “Muchas serán las veces que la vida te pondrá a prueba, por lo que se te presentarán experiencias dificultosas e incluso desagradables. Por lo tanto no puedes comentar que todas estas situaciones de la vida tu no las puedas superar, por lo que siempre será necesario algo de magia e ilusión, para poder transformar y lograr transmutar toda mala experiencia de la vida en una experiencia más placentera”. 

El Mago del Tarot, en definiciones podemos colocarlo como el maestro del Loco, ya que el Loco en su andar se tropieza primero con este arcano (aunque no siempre). El mago es bondadoso, pues este le dice al Loco, que le acepta como discípulo, pues él alguna vez fue un loco. También es sincero, pues le 
advierte al discípulo, que en su andar este conocerá a otros maestros, pero solo él es el Mago de Poder, y por lo tanto este será su primer maestro en la vida. Es importante mencionar que el Mago, no se hizo mago por azares de la vida, pues a este personaje le tomó años de estudio, ensayo y práctica. Es muy probable que al mago le haya costado aprender por su cuenta todo lo que sabe en solitario, pues tal vez este careció de un verdadero maestro, lo cual al ser este el Mago de Poder, puede ser mencionado que este arquetipo tal vez sea la representación de lo que se denomina como “Mago de Apoteosis”, el cual corresponde a uno de los tres tipos de “magos”, los cuales son el mago de poder o apoteosis, el mago hierofante (Sumo Sacerdote) y el Mago de Némesis. Una definición ocultista nos dice lo siguiente acerca del “Mago de Apoteosis”: “El Mago de Apoteosis”, algunas veces conocido como Arlequín, es típicamente un maestro del disfraz interno y a menudo del disfraz externo. 

Frecuentemente es una persona de gustos materiales y grandes ademanes, a menudo se distingue a sí mismo dentro de una variedad de empeños humanos, precisamente porque ha logrado la libertad para hacer cualquier cosa en el todo. Tal libertad es a menudo ganada solamente después de una tremenda lucha personal para reparar los efectos de un difícil comienzo en la vida. Su juego, que a menudo no es formulado conscientemente, busca poder aportar un modelo que lleve a la emulación a sus acólitos y quizá después, lograr conducirlos más allá y catapultarlos de vuelta hacia sus propios recursos, cuyos horizontes han sido desgastados durante el encuentro. El truco esencial del Mago de Apoteosis es presentar la magia como una fuente de auto confianza sin límites aunque esto a veces resulta complicado y difícil de realizar. Algo que se puede acotar de este concepto es lo dicho por Carl Jung en el Libro Rojo: “Se puede enseñar el camino al caos, pero la magia no puede enseñarse… La magia es un modo de vida”. Desde el ocultismo podemos apreciar que el Mago puede convencer a sus acólitos de que ellos son magos capaces de poder realizar cualquier cosa, y tal creencia tenderá a convertirse en auto cumplimiento. El Mago implica esta promesa a través del triunfo de la propia voluntad. (…) El sendero de la Apoteosis es un camino solitario, difícil y peligroso. El Mago de Apoteosis debe ser todas las cosas para todos los hombres y mujeres de la sociedad y el mundo. Como una cuestión política, el Mago puede estar continuamente comprometido en poder desafiar los límites de lo que es socialmente 
aceptable. Él puede tener que recurrir a argucias para hacerse a si mismo parecer lo suficientemente grande, para acomodarse a la totalidad de las expectativas que de él tienen su seguidores. Cualquier verdadera amistad le previene de ejercitar su función en la vida hacia cualquier persona con quien es compartida, y fijará pocas de sus miradas en aquel con el que puede lograr estar completamente abierto. El Mago debe estar consciente que obtendrá pocos agradecimientos de la sociedad en general por sus esfuerzos y quizásolo respeto de aquellos a los que él pueda enseñar. Las recompensas tangibles de este rol son muy limitadas para aquellos que él puede formar como sus adeptos. El Mago de Apoteosis debe estar continuamente en alerta para evitar la reacción violenta de su propio estilo de vida y del de aquellos que están asociados con él”.

Analizando todo lo expuesto acerca del Mago de Apoteosis, debo acotar que este tipo de Mago, se forma e instruye en solitario, pues como ya sabemos este no cuenta con un maestro guía, sino mas bien cuenta solo con la educación obtenida de forma autodidacta por sus libros, las cuales ha llevado a prueba y ensayo mediante su propia praxis. Lo cual le ha llevado a su propia superación personal, por lo que una forma de sintetizar al Mago de Apoteosis desde el plano de lo filosófico, es que se le puede asociar con un pensamiento de Friedrich Nietzsche, el cual nos dice: “Conviértete en quien eres. Haz lo que solo tú puedes hacer. Sé el maestro y el escultor de ti mismo”. Por ende, si uno lograse transformase en un maestro, uno puede convertirse en un ejemplo a seguir para los demás, es decir la imagen de aquel sujeto que aspirase en ser un mago o un maestro, le permitirá poder transmutarse en un “arquetipo de comportamiento” para el colectivo social, ahora si analizamos el arquetipo del “Mago”, dentro de la estructura política, este ha ocupado incluso roles de consejero y de sabio en la corte de los reyes, ejemplos tenemos a Merlín para el Rey Arturo, John Dee para la Reina Elizabeth, incluso Papus que fue consejero del zar Nicolás II (hasta que fue reemplazado por Rasputín), por lo cual este rol de poder logra encajarse con un pensamiento compartido por el Dr. Carl Jung cuando analizó a esta figura dentro de su obra “Tipos Psicológicos” : “El mago, es decir el visionario, es siempre el “pensador” de la tribu, el que transmite la revelación de los espíritus o dioses”. No obstante el rol del Mago como figura arquetípica en el mando político también sirvió para su trabajo en el control de tempestades y castigos de los dioses, según Agustín Moreno Fernández, el Mago calmaba a las deidades con el pago del chivo expiatorio, Moreno en su prólogo para el libro “El Complejo de Chivo Expiatorio” de la junguiana Sylvia Brinton, nos comenta: “Se trata del chivo expiatorio, mistificado como víctima sagrada maléfica y benéfica, que en torno a si focaliza la violencia colectiva y cuyo finamiento procuraría un efecto catártico interpretado en los parámetros del razonamiento mágico. De ahí que será capital el papel del chaman, del brujo, del mago o de aquel con las habilidades precisas para manipular la madre de todas las técnicas y así resolver y prevenir el más nefasto y primordial mal humano, su propia violencia. Y, de paso, usar sus supuestos poderes benéficos y maléficos sobre lo natural, lo sobrenatural y lo mundano para el beneficio comunitario o el propio”. 

Debo mencionar que personajes históricos como: Hermes Trimegisto, Simón el Mago, Merlín, Aleister Crowley e incluso Carl Gustav Jung (quien por cierto fue conocido como el Mago de Zúrich), han servido de referentes para poder reflejar la esencia de la personalidad arquetípica del arcano del Mago. Debo acotar que Marie Louise Von Franz en su libro: “C. G. Jung: Su Mito en Nuestra Época” nos manifiesta que el mismo Jung admitía estar íntimamente relacionado con la figura de Merlín, el mago arquetípico del mito del Rey Arturo y el Santo Grial. Jung escribió en Recuerdos, Sueños, Pensamientos: “Merlín representa el intento del inconsciente medieval, de crear una figura paralela a Parsifal. Parsifal es el héroe cristiano y Merlín es su oscuro hermano”, no obstante Stephen Hoeller en su libro Jung Gnóstico, nos provee una cita de Jung la cual dice: “Los hombres aun oyen sus gritos, de modo que la leyenda continua, pero ellos no pueden comprenderlos ni tampoco interpretarlos… Parsifal es un héroe cristiano, y Merlín… es su oscuro hermano. En el siglo XII, cuando surgió la leyenda, aun no existían premisas por las que se pudiera comprender su significado intrínseco. Por consiguiente, el termino en el exilio y después de su muerte el sonido de “le cri de Merlín” aun se podía oír desde el bosque… Su historia aun no ha terminado y el todavía sigue avanzando. Se podría decir que el secreto de Merlín fue transmitido por la alquimia, principalmente a través de la figura de Mercurio. Posteriormente, retome una vez más la figura de Merlín para mi psicología del inconsciente - ¡que permanece incomprendida hasta el día de hoy!”Por otro lado la figura de Hermes Trimegisto es la que realmente puede decirse es la que representaría implícitamente al arquetipo del Mago, de hecho el mismo Jung refirió lo siguiente sobre este personaje en Psicología y Alquimia: “Desde los tiempos más remotos Hermes es el mistagogo y psicopompo de los alquimistas, su amigo y consejero, que los lleva a la meta de su obra. Es como el preceptor que está entre la piedra y el discípulo”. Ahora una de las grandes inquietudes que pueden surgir para el lector es la de: ¿Quién fue Hermes Trimegisto?, no existe la verdad, una referencia histórica verídica de donde nació o vivió este sabio de la antigüedad, lo que si existe son asociaciones mitológicas e históricas que nos dan pista de dicho personaje vital para la alquimia y la magia, Alexander Roob por ejemplo nos comenta lo siguiente en su obra “Alquimia y Misticismo”: “Fueron los colonizadores griegos en Egipto, en la antigüedad tardía, quienes identificaron a uno de sus dioses, Hermes (Mercurio), mensajero alado y conocedor del arte de curar, con Thot, el “tres veces grande”, del antiguo Egipto. Thot era el dios de la escritura y de la magia, siendo venerado, al igual que Hermes, como “psicopompos”, como guía de las almas de los infiernos. 

La figura de Hermes Trimegisto se asocio también a un faraón legendario que supuestamente había dotado al pueblo egipcio de 30,000 volúmenes que contenían todos los conocimientos naturales y sobrenaturales, entre ellos la escritura jeroglífica. Fue una especie de Moisés de los alquimistas, pues había transmitido los mandamientos divinos de su arte en la “Tabla de Esmeralda”. Esa “Tabula Smaragdina”, hoy día datada entre los siglos VI y VIII de nuestra era, andaba por el occidente cristiano, a partir del siglo XIV, en traducciones del árabe. Desde entonces apenas volvió a haber un alquimista, ni operativo ni especulativo, que no se esforzase en hacer concordar sus conocimientos con el texto lapidario de estas doce tesis…”. Como lo ha mencionado Roob, el personaje mitológico al cual se le asocia con Hermes Trimegisto, es el mismo dios Hermes (Mercurio), el cual dentro de la alquimia es visto como el elemento para la transmutación de la materia, en modelos de Tarots como el “Alchemical Tarot” de Robert M. Place, o el “Tarot Hermético” de Godfrey Dowson (el cual es un tributo exacto del Tarot de la Golden Daawn y que Aleister Crowley por cierto en Adivinacion del Tarot, nos da pistas de cómo trabajar con este modelo de Tarot) que ambos mazos nos presentan a este dios psicopómpicocomo un representante de la figura del mago. Y cabe mencionar que Jung, dentro de su libro: Psicología de la Transferencia, nos comenta losiguiente de Mercurio: “Los alquimistas lo personifican adecuadamente como el astuto dios de la revelación, Hermes o Mercurio; y a pesar deque lamentaban la forma en que él los engañaba, le otorgaron los nombres más excelsos, que lo acercan mucho a la deidad… No obstante, faltaría a la verdad de una forma absolutamente injustificable, si me limitara a ofrecer una descripción negativa de Mercurio, su picara agudeza, su ingenio inagotable, sus insinuaciones, sus planes e ideas fascinante, su ambivalencia y - a menudo - su inequívoca malicia. También es capaza de hacer todo lo contrario, y puedo comprender el motivo por el cual los alquimistas confirieron a Mercurio las cualidades espirituales más excelsas, aunque esto contraste de una manera flagrante con su carácter excesivamente sombrío”. 

Por otro lado el Dr. Carl Gustav Jung, nos menciona dentro de su libro de “Psicología y Alquimia” que la figura del “Hermes-Mercurio” posee una doble naturaleza, es decir que este tiene la facultad de ser el Dios de la Revelación y a la vez ser también el Espíritu del Mercurio, lo cual fue motivo para que los alquimistas le hayan considerado también el de ser un Hermafrodito. Para reforzar lo postulado por Carl Jung, Marie Louise Von Franz, menciona en La Leyenda del Grial: “El Mercurio alquímico es un Dios de la naturaleza oculto, una personificación de la lumen naturae y, al mismo tiempo, una personificación del gran ser humano interior, el Si-Mismo, que posee rasgos complementarios de la figura eclesial de Cristo”, dicho postulado que acabo de compartir, al comparar la figura del Mercurio alquímico en su asociación con la figura de Cristo, podemos apreciarla en tres de modelos de tarot (como lo son el Golden Tarot de Kat Black, el Tarot del Tsar y el Tarot Heaven and Earth) donde nos representan al arquetipo del Mago con la imagen exacta de Jesucristo, y es que algunos estudiosos del Tarot, consideran que el hijo de Dios en vida fue un taumaturgo (obrador de milagros) y un filosofo que poseyó un elevado conocimiento espiritual (por haber pertenecido a la secta de los esenios).

Robert Wang, autor del Tarot Junguiano, asocia al Mago con la figura arquetípica del Trickster (el cual en lo personal encajaría mejor con la figuradel Loco, ya que el Loco es básicamente un bufón y a la vez un malabarista, traduciendo el término “trickster” al español), de hecho Wang explica lo siguiente: “… (El Mago) este arcano en la actualidad aparece como una figura divertida, la cual va muy acorde con la figura del “Trickster” (el malabarista), el cual era la persona que estaba a cargo de entretener en las cortes reales, pero ahora este se ha transformado en una especie de Merlín celestial por un lado, y por el otro lado se convirtió en un componente esencial para la creación del Macrocosmos”. Pero esta apreciación de Wang puede guardar cierto grado de razón si analizamos que el Loco evoluciona a Mago, una vez que adquiere cierto grado de gnosis, también cabe decir que el discípulo de Jung, el Dr. Joseph L. Henderson, nos habla de este paso arquetipal con la siguiente cita: “…En el nivel más arcaico de ese simbolismo, volvemos a encontrarnos el tema de Trickster. Pero esta vez ya no aparece como un forajido que quisiera ser héroe. Se ha convertido en chaman – el hombre que cura – cuyas prácticas mágicas y alardes de intuición le califican de primitivo dominador de la iniciación”.

El “chaman” como ser arquetípico, cabe decir se encuentra relacionado con la figura arquetipal del Mago, pues el chaman al igual que el mago, nos presenta su magia pues él es un guía de los espíritus y es también un mensajero de los dioses. Debo señalar que en el mercado esotérico existe un modelo de Tarot llamado “Tarot del Sol”, creado por el tarotista peruano Rafael Urbina Fletcher, el cual se basa en la obra pictórica de Huaman Poma de Ayala, y que al arcano del Mago, bautizo como: El Chaman. Retomando lo que compartí de Henderson, este autor nos comenta: “(El poder del chaman) reside en su supuesta capacidad para dejar su cuerpo y volar por el universo como un pájaro. En este caso, el ave es el símbolo más apropiado de trascendencia. Representa la peculiar naturaleza de intuición actuando a través de un “médium”, es decir, un individuo que es capaz de obtener conocimiento acerca de sucesos lejanos – o hechos de los cuales nada sabe conscientemente- cayendo en una especie de trance”. También Hendersonnos comparte una experiencia de Joseph Campbell, donde respalda su apreciación: “La prueba de tales poderes puede encontrarse tan lejos como el periodo paleolítico de la pre historia, como el erudito norteamericano Joseph Campbell señalo al comentar una de las famosas pinturas rupestres recientemente descubiertas en Francia. En Lascaux, escribió Campbell, “hay pintado un chaman, caído en trance, que lleva una máscara de ave con la figura de un pájaro posado en un bastón que hay junto a el. Los chamanes de Siberia llevan hoy día tales ropajes de ave y muchos creen que fueron concebidos por su madre como descendientes de un ave… El chaman, entonces, no es solo un habitante conocido sino también un vástago favorecido de esos reinos de poder que son invisible para nuestra normal consciencia despierta, que todos pueden visitar rápidamente por medio de visiones, pero en las que el vaga como dominador…”, y esta cualidad de psicopompo del chaman como el mago es la que les permite obrar dentro de lo inconsciente, de hecho Sallie Nichols, resalta esta cualidad del Mago, con la siguiente reflexión: “El Mago es el que nos ayuda a conectarnos con el mundo de los sueños”.

Dicho sea de paso Sallie Nichols refiere lo siguiente sobre el arcano del Mago: “Al ser el Mago el arcano del Tarot número uno, tiene una psicología completamente distinta. A él le interesa descubrir cuál es el principio creativo que se esconde detrás de la diversidad. Quiere manipular la naturaleza para dominar sus energías (...) El Mago tiene el poder de revelar la realidad fundamental, la intimidad que subyace a todo; representa el poder de obrar milagros que tenemos todos y que es capaz de revelar la oculta fuente de vida que hay en nosotros, ofreciéndonosla para un uso creativo”. Dicho concepto teórico podemos relacionarlo con la visión de Karen Hamaker Zondag quien refiere: “El Mago posee flexibilidad y a la vez valor, y su vitalidad le hace desear hacer algo que merezca la pena. No le incomodan los reveses: le motivan para intentar otro planteamiento. Su ánimo no tiene que ver con estar preparado para correr grandes riesgos sino con atreverse a dar la cara por lo que siente que es importante. Esta combinación de implicación, aplicación, actividad, y necesidad de mantenerse ocupado augura a menudo un buen éxito. Por tanto, la carta se considera generalmente una victoria prometedora”, y es por esta razón que al Mago, lo podemos colocar dentro del nivel Mental dentro del Tarot.

Robert Wang en su estudio sobre el arquetipo del Mago, nos refiere su propia interpretación: “El Mago viene siendo la primera fase de la creación, está a su vez viene siendo una carta demasiado compleja, debido al hecho de que esta es una aliada excepcional, con la que se pueden relacionar muchos arquetipos. La carta logra compartir ciertas cualidades de El Loco, y este viene siendo también otro aspecto del arquetipo del Espíritu. A pesar de que El Loco exista, este viene siendo “Lo Inmanifiesto”, pero El Mago viene siendo la Prima Materia, o Primer Principio, algo que los alquimistas medievales llamaron como el “Mercurio”…”. Mientras que Antoni Amaro refiere: “El Mago es la primera carta de los Arcanos Mayores y, por eso, está relacionada con el inicio, el comienzo, la génesis y el origen. Está conectado con el Creador y el Infinito, representado por el ocho horizontal (la lemniscata), que está por encima de su cabeza”. Quien nos ofrece una teoría que discrepa a todas las presentadas sobre el Mago es Joaquín de Saint Aymour, quien nos dice: “En realidad este Arcano representa al aprendiz de mago, el alumno alquimista recién admitido en su empeño de conseguir la Piedra Filosofal. Cuando el Loco aprende las lecciones con las que se ha tropezado en su camino, la sabiduría que ha vivido acumulado le convierte en un aspirante a mago. Este arquetipo representa una nueva toma de conciencia, porque el bromista se le acaba las ganas de broma y pierde la venda que le cubría los ojos. El Mago acumula conocimientos y herramientas para solventar los primeros problemas en el camino hacia su triunfo, ya no es un ingenuo”, esta interpretación se aleja de colocar al Mago como un maestro y nos lo muestra como se ha leído como la de un aprendiz, lo cual nos recuerda al aprendiz de mago de Disney o incluso al célebre Harry Potter (quien después se volvió un mago al final de la serie).

El Mago como carta (mas allá de venir siendo un personaje arquetipal), en sus diversas representaciones en los mazos de Tarot, este proyecta una serie de secretos herméticos en sus símbolos, los cuales le otorgan un poder a penas son captados por nuestros ojos, uno de estos símbolos que podemos apreciar es el de la varita mágica el cual sostiene firmemente hacia arriba, la varita mágica viene guardando relación con el Falo, el elemento de poder masculino dentro de lo inconsciente y que en gran medida guarda relación con la magia, de hecho el Dr. Carl Jung señala lo siguiente en Símbolos de Transformación con respecto a esta figura: “El Falo simboliza muy a menudo la divinidad creadora (Hermes es un magnífico ejemplo de esta simbolización). No solo la antigüedad lo imaginaba como independiente, sino que también aparece así en los dibujos de nuestros niños y artistas. El falo es vidente, artista, taumaturgo; por lo tanto no es de extrañar que encontremos características fálicas en los videntes, artistas y taumaturgos de la mitología”. El segundo elemento común en las cartas es el altar del mago, que podemos apreciarlo como un simbolismo del plano espiritual o mental donde este trabajara, recordemos que el plano mental es importante pues este se conecta con el universo, pues la ley hermética nos dice: “El Todo es Mente, El Universo es Mental”, por otro lado el mago Aleister Crowley nos dice en Magia en Teoría y Practica: “El Altar es la base solida del trabajo, la voluntad fija del Mago y bajo la ley que él trabaja. Todo guarda dentro de este altar, porque todo está sujeto a la ley”. El hecho que el mago apunte con sus manos hacia arriba y hacia abajo es una forma de enseñarnos la máxima hermética de: “Como es arriba es abajo”, lo cual de forma junguiana, lo veremos como que en el inconsciente todo es masculino y femenino, que existe luz y oscuridad, e incluso el orden del inconsciente se basa en el Eros y el Logos, es decir que el inconsciente colectivo se base en un concepto de dualidad. Los instrumentos que presenta el mago, son los 4 palos de la baraja: La Espada y el Basto (los cuales son figuras fálicas que representan lo masculino) y por último el Oro y la Copa (símbolos del útero, es decir lo femenino).

Así mismo si hablamos del poder del mago, este posee al número uno, cifra que nos habla de la unidad, es decir de la integración del bien y el mal, de lo masculino y lo femenino, como también del manejo del Eros y Logos, es decir el mago, como personaje consciente de lo que es la individualidad y la individuación, no obstante comparto al lector un comentario con respecto de parte del Dr. Jung: “Para descubrir lo que es verdaderamente individual en nosotros mismos, se necesita una profunda reflexión; y de repente nosdamos cuenta de lo poco comúnmente difícil que es el descubrimiento de la 
individualidad”.

Y hablar del mago como arcano y arquetipo, puede resultar largo y extenso, porque este como se ha visto posee al lemniscata en la cabeza, lo cual nos puede llevar a poseer múltiples interpretaciones de este personaje, no obstante el Mago como arquetipo puede incorporarse a nuestra psique a medida que seamos capaces de poder darnos cuenta de todas nuestras potencialidades.

Bibliografía:
• Amaro, Antoni. El Tarot Rider. Editorial Jose Olañeta
• Crowley, Aleister. Magia en Teoría y Practica. Luis Carcamo editores
• de Saint Aymour, Joaquin. El Tarot Alquímico de Jung. Editorial El 
Efecto Mariposa
• Hamaker Zondag, Karen - El Tarot como Via de Conocimiento.Editorial 
Urano
• Henderson, Dr. Joseph L. El Hombre y sus Símbolos. Editorial Paidos
• Hoeller. Stephan A. Jung Gnóstico. Editorial Sirio


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